domingo, 31 de agosto de 2008

La elegancia del erizo. Muriel Barbery

Aún a riesgo de hacer un blog monotemático hoy volvemos a pasear por París de la mano esta vez de Reneé, la portera del número 7 de la Rue Grenelle, y Paloma una de las habitantes de dicho inmueble, las protagonistas de “La elegancia del erizo” escrita por Muriel Barbery y editada en España por Seix Barral dentro de su colección Biblioteca Formentor.
Barbery, profesora de filosofía, es también autora de la novela “Una golosina” donde encontramos algunos de los personajes rescatados después en “la elegancia del erizo”.
“Me llamo Reneé. Tengo cincuenta y cuatro años. Desde hace veintisiete, soy la portera del número 7 de la calle Grenelle, un bonito palacete con patio y jardín interiores, dividido en ocho pisos de lujo, todos habitados y todos gigantescos. Soy viuda, bajita, fea, rechoncha, tengo callos en los pies y también, a juzgar por ciertas mañanas que mí misma me incomodan, un aliento que tumba de espaldas.” Aquí el 9 rue Grenelle y su inmueble burgués, el 7 es una tienda de Prada.

El libro, que no deja de ser un cuento moderno, destila un humor tremendo (nunca más se podrá escuchar el Confutatis del Requiem de Mozart sin una sonrisa después de leerlo) y es la excusa perfecta para pasear por el quartier de Saint Germain de Près y alrededores donde hay sorpresas inesperadas como la curiosa “iglesia de la medalla milagrosa” lugar de peregrinación católica sito en la Rue du Bac con santa incorrupta y todo. Pero si en lugar de visitar santos uno prefiere relajarse y disfrutar del entorno, lo mejor es acercarse a los jardines de Luxemburg y buscar en él los lugares más apropiados para el reposo. O pasearse por el más cercano aun Boulebard Saint Germain hasta la iglesia románica de Sain Germain de Près, donde se puede contemplar el campanario más antiguo de París.



Un buen lugar para relajarse en los jardines de Luxemburg.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Musée Orsay. París

Musée d'Orsay 62, rue de Lille75343 Paris Cedex 07

Si usted está paseando por París, le gusta el arte y quiere huir un poco de la grandiosisdad del museo del Louvre, siempre puede entrar en este museo:
El también famoso Musée d'Orsay, donde uno puede encontarse con unos interiores como estos:


Y disfrutar en él de uno de mis cuadros favoritos:

O bien maravillarse con estos otros (a modo de ejemplo):




Pero también puede disfrutar en su interior de una buena comida o unos deliciosos pasteles como fue en mi caso, en este magnífico y recargado restaurant:


Esperamos que la visita haya sido de su agrado.

domingo, 24 de agosto de 2008

Sendero sombrío. Dominique Manotti

Después de un lárgo paréntesis del blog reemprendemos la marcha.
Hoy podemos recorrer otra vez París, ahora de la mano de esta historiadora autora de novelas policíacas.
Ambientada principalmente en el barrio Sentier en los años ochenta y con el trasfondo de las huelgas y manifestaciones de los trabajadores clandestinos (en su mayoría turcos) por regularizar su situación, Manotti traza una novela puramente de genero en la que nos presenta a un héroe peculiar y con una gran personalidad: el comisario Daquin.
“(...) Podríamos ir a consultar a la inspección de trabajo.
-No les conoces...Por lo general, los inspectores de trabajo nunca echan una mano a la policía. La triste realidad es que no nos quieren.
-¿Pero existe gente así?
-Sí, existe.”



En estas imágenes del barrio se pude ver que aun existe el carácter textil del comercio del barrio.

La historia nos narra el descubrimiento del cuerpo sin vida de una joven tailandesa de doce años. ¿Una simple historia de prostitución? No está claro. Este libro pertenece a una trílogia comenzada en 1995, de la cual Tropismos ha publicado también la segunda entrega “A la salida”.
Con la excusa de haber leído el libro es bueno acercarse a este barrio, con sus calles llenas de carácter y colorido y visitar un poco ese París que se aleja de lo puramente turístico, a pesar de estar muy cerca de Les Halles.
“Lunes, 3 de marzo”
7.00 h
Estación de metro Sentier
Al fondo del café-tabac, frente a la estación de metro, un grupo compacto de turcos, unos quince, y cinco o seis franceses. Todos beben café solo, los franceses comen cruasanes. Encima de una mesa hay dos grandes montones de octavillas de papel color salmón, picadas a máquina y ciclostiladas sin demasiadas florituras, el anverso en francés, el reverso en turco.
El Cómite de Defensa de los Turcos en Francia hace un llamamiento a los trabajadores turcos del Sentier para que abandonen sus puestos de trabajo el lunes 3 de marzo y se reúnan a mediodía junto a la estación de metro Sentier, para exigir la regularización de sus papeles y una mejora de las condiciones de trabajo.


A la izquierda el más que probable cafe-tabac enfrente del metro de Sentier en plena calle Réamur en el que comienza esta historia.